Los zafiros y los rubíes pertenecen a la familia de los corindones, la diferenciación entre ambas gemas es debida a una convención de nombres, acordándose llamar rubí a los corindones de tonalidad roja y zafiro al resto de la gama de colores. Esta maravillosa piedra esconde alguna interesante peculiaridad más, debido a una caprichosa impureza de dióxido de titanio. El zafiro es adornado con una estrella de cinco puntas conferiéndole, si es posible, un grado más de belleza. La siguiente foto muestra un ejemplo de un zafiro negro con su estrella:
Este fenómeno es causado por las inclusiones densas de pequeñas fibras de rutilo y es conocido como asterismo. La estrella surge debido al reflejo perpendicular de la luz sobre dichas fibras. Otra característica debida al rutilo es que estas piedras preciosas casi nunca son transparentes.
